Gran Torino: Clint al viejo estilo

Hola a todos:

Ayer jueves estuve en el cine, como siempre muy bien acompañado. Fuimos decididos a ver la película del maestro Eastwood y pese a coger las entradas apenas 40 minutos antes de la película no hubo problema alguno para coger un buen sitio, benditos jueves jajaja. Adelanto que esta crítica es altamente elogiosa por lo que si entre vosotros hay algún detractor de Eastwood mejor que no siga leyendo, salvo por supuesto que este dispuesto a defender su criterio (sin duda equivocado) en el campo del honor.

(Atención posibles spoilers)

Trailer oficial
(Fijaos en esa voz de ultratumba)

En esta ocasión, como en otras muchas, Clint no sólo nos deleita con su brillante dirección sino que además nos premia siendo él el protagonista, ¡y menudo premio! En "Gran Torino" no pude evitar ver al Clint de antes en muchos de sus gestos, ese Harry "el sucio", ese mercenario entre héroe y bandolero de películas como "Por un puñado de dolares" o la divertida "Dos mulas y una mujer". El Clint duro, un Clint al estilo americano jaja

El argumento es muy sencillo, sin florituras y en ocasiones cayendo en los tópicos, pero eso no le desmerece en absoluto. Eastwood interpreta a un americano de origen polaco racista, en ocasiones mal educado y bastante intransigente pero que durante el film es capaz de descubrir bajo ese agrio carácter y un sentimiento de culpabilidad que le envuelve durante toda la película (tras su experiencia durante la Guerra de Corea) la buena persona que lleva dentro.

La película comienza con el funeral de su esposa en el que se nos presenta a su familia en la que no necesitamos ni treinta segundos para reconocer a la típica familia de clase media americana, incluidos unos nietos paradigmas del adolescente del siglo XXI. Eastwood vive en un barrio periférico el cual se nos hace entender que ha sufrido grandes transformaciones desde que él vive allí, pasando de ser habitado por familias de clase media americanas a estar formado en su mayoría por familias de inmigrantes, en este caso asiáticos, de la etnia Hmong (originarios del sur de China y el sudeste asiático que durante la guerra de Vietnam apoyaron a las tropas norteamericanas en su lucha contra el vietcong)

Eastwood comienza con un desprecio hacia sus vecinos que acaba convirtiéndose en captación, e incluso cariño una vez se ve forzado, en cierta forma, a conocerlos cuando tras expulsar de su jardín a miembros de una banda el barrio entero le muestra su agradecimiento, es hay cuando comienza una bonita historia entre Eastwood y los jóvenes hijos de sus vecinos que será el eje principal de la película.

No voy a destripar más película, solo decir que me ha encantado, escenas maravillosas y un Clint capaz de trasmitir todo y más. Un humor característico que seguro te hará esbozar una sonrisa y un final que aunque esperado no decepciona en absoluto. Me han gustado algunas escenas especialmente, sólo Clint es capaz de apuntar con su mano (como si de una Smith & wesson se tratara) y ponerte los pelos de punta mientras esperas que realmente una bala atraviese ese canon de carne y hueso.

En definitiva, una película que recomiendo con entusiasmo.